Biological Footprint es un zapato biodegradable hecho de algas de Gotland y cáñamo, diseñado para los trabajadores de correos. La suela de caucho de algas marinas de base biológica se inspira en la vaina de la semilla de loto y esparce semillas autóctonas y micronutrientes mientras el usuario camina. El proyecto utiliza las algas sobrantes de las playas, que eliminan los nutrientes del mar Báltico para ayudar a reducir la sobrefertilización. Tras su uso, los zapatos pueden convertirse en abono o triturarse como fertilizante agrícola.